Restaurante La Aldea De Calles, una cocina diferente en una comarca aborregada gastronómicamente.

Cuando asistí a la primera reunión del LEADER en la comarca La Serranía del Túria, esta fue dirigida por el gerente de la zona de Els Ports, su política y la que aconsejaba para esta comarca de Los Serranos ,fue que se diera la misma importancia, subvencionando a todos con el mismo porcentaje, tanto a una gasolinera como a un pub, como a cualquier proyecto de desarrollo rural sostenible, "sease" un estudio sobre reproducción del burro autóctono, la gallina de no se donde, envasar en conserva la olla churra (Que aberración), o un supermercado, o cualquier proyecto rollo paz y amor....pues el visitante necesita de un tejido empresarial del que satisfacer sus necesidades, desde repostar el automóvil, ha hechar un gin en condiciones...caso omiso se hizo y así nos va...pero este es otro tema. El retropensamiento del párrafo anterior vino a mi cabeza degustando un chupito de gin Xoriguer nivel 3, después de disfrutar de un peazo cena, y mejor compañía, en el restaurante que nos ocupa el pasado Sábado, y me vino por la poca importancia e infíma subvención que se les dio a este tipo de restaurantes, en los que la evolución del plato va unida tímida e íntimamente a la cocina tradicional valenciana y de esta comarca, Inma Maz, responsable de los fogones, es un claro exponente de esta filosofía de vida.

Por desgracia un gran número de comensales practica la misma política de los programas Europeos con sus paladares, el miedo a lo desconocido estrangula nuestros intestinos y cauteriza nuestro paladar, decimos que no nos gusta sin ni siquiera haberlo probado.

Inma Maz tiene claro lo que quiere, si vamos a setas vamos a setas, aunque esto conlleve sacrificar el vil metal, practica una cocina de mercado puesta al día, con producto fresco y de calidad, obtenido en el mercado central y de prestigiosos distribuidores como Shybarum XXI, este último quiza no le suene a mas de uno por no decir todos los grandes restaurantes de Valencia, pues la calidad que llevan y por consiguiente el precio es extremo.

El local es una pasada, el servicio en sala corre a cargo de Juanmi, sin florituras, de ir por casa, pero efectivo y profesional. La carta de vinos es corta, pero es lo que hay ,la peña, y lo digo por experiencia, no esta por la labor de dejarse mucha pasta en vino, y menos por estos andurriales.

A el pan se le da una importancia extrema, lo elabora Inma a partir de masa madre, al igual que las bases de cocas y demas bocados. El pan de naranja es la leche.Está como una cabra esta mujer, pa cuatro que se lo van a apreciar. Restaurante totalmente recomendable, fuera de los circuitos comerciales de esta bella comarca, tranquilo, y muy lejos de ese embutido mental, esas chuletas paganas y demás historias que tanto buscan algunos urbanitas, y que convierten a la boina en una tuerca difícil de enroscar, y al garrote en una antena con la que dificilmente se sintoniza la TDT de los Güevos.

Buen Gin en Copa Ballon fruto de la primera cata de Gins hecha en este local, hay amor hacia este combinado, e incluso se experimenta con el, y mejor chupito de Xoriguer nivel 3.

SALUT Y A DISFRUTAR¡¡¡¡